jueves, 4 de abril de 2013

SALTADOR NO VIDENTE CHILENO VA POR EL MUNDIAL


Pese a su ceguera casi total (categoría T12) y tras haber logrado el quinto lugar en los 400 metros en los Parapanamericanos Guadalajara 2011, Alejandro Arellano se animó a cambiarse a los brincos bajo la dirección del DT Carlos Santis y logró cerrar el año 2012 en el lugar 15º del ranking mundial paralímpico de salto largo con 4.87 metros. Se alista para competir en Cali, en abril, tras la marca mínima (5.50) para el Campeonato Mundial de Atletismo Paralímpico Lyon 2013 (julio), en el que tiene un objetivo muy alto: entrar en la final para los ocho mejores del orbe. Si correr ya es una hazaña para quien casi no ve, el atreverse a lanzarse por la peana sintética en busca de acelerar, equilibrarse, mantener una dirección, rechazar, y luego empinarse a gran velocidad por el vacío hasta caer en el foso de arena, es en verdad una proeza inimaginable. Lo es para el común de las personas y con tanta mayor razón para un atleta no vidente. Y eso hace la diferencia entre el atleta chileno Alejandro Arellano y el resto. Porque en una empresa llena de valor y profesionalismo en pista, el deportista entrenado por el DT Carlos Santis se atrevió hace ya dos años a hacer el cambio desde las carreras a los saltos y hoy, en su condición de 15º rankeado en el listado mundial 2012 en salto largo con su registro de 4.87 metros, su meta está puesta en lograr la marca mínima para el Mundial de Atletismo Paralímpico a desarrollarse en julio próximo en Lyon. Viajará los primeros días de abril a Cali, para competir en el Paranacional de Atletismo de Colombia, y en mayo a Europa, en busca de lograr el registro que lo clasifique al Mundial (5.50). Alejandro Arellano, afectado de un desprendimiento de retina y de un glaucoma severo, tiene hoy un 20 por ciento de visión en un ojo (básicamente ve reflejos), pero ello no le ha impedido optar por una prueba dificilísima para dicha discapacidad, como es el salto largo. En los 400 metros llegó a conseguir el quinto lugar en los Parapanamericanos Guadalajara 2011, pero quería un nuevo desafío y lo encontró en los saltos. “Él poseía cierta estimulación en esta prueba pues la aprendió de niño, antes de perder la visión, por lo que estamos haciendo un trabajo físico muy intenso para luego ir potenciando cada vez más los patrones técnicos. Ha progresado mucho y si bien la mínima para el Mundial es alta, estamos trabajando para acercarnos a esa marca’’, confirma el DT Santis. “Me había ido bien en los 400 metros pero quería un desafío nuevo. Con mi problema oftalmológico sé que los saltos implican un riesgo para mí, pero mis ganas de hacerlo son mayores a todo y estoy dedicado a ello con todo profesionalismo. No es una prueba difícil para mí, pues con voluntad todo se puede. Aquí en Chile es muy difícil competir y hacer marcas, porque aunque en los torneos de atletismo convencional nos acogen con mucha buena voluntad, las condiciones técnicas y reglamentarias y las necesidades de nuestro deporte son distintas. Por ejemplo, yo no puedo saltar con tabla de batida, sino con zona (de 80 centímetros), doy ocho dobles (16 pasos) y mi guía (Martina Berríos), me va cantando los pasos y yo sé que al octavo doble ya tengo que rechazar. Y para ello necesito espacio, colchonetas a los lados por si pierdo el equilibrio. Por eso tratamos de competir fuera de Chile, en los torneos Paralímpicos oficiales, donde están todas las condiciones dadas y donde puedo hacer la marca para el Mundial. No es fácil pero me siento capaz de hacerlo. Ahora en abril vamos a Colombia y en mayo, a Barcelona y Grosetto. Tengo toda la energía para lograrlo y espero estar en el Mundial en la final para los ocho mejores’’, asegura Alejandro Arellano.

POR: María Elena Guzmán/ADO Chile
FOTO: Mauricio Palma/ADO Chile

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