sábado, 4 de agosto de 2012

BÁRBARA RIVEROS CAYÓ CON HONOR: FUE DECIMOSEXTA


*Por María Elena Guzmán/ADO Chile

Confirmando que la condición fundamental para lograr el Top Ten olímpico era alcanzar a enganchar a la salida del agua a no más de 10 segundos con atletas clave como la suiza Nicola Spirig, la sueca Lisa Norden y la australiana Erin Densham, quienes sin ser las mejores nadadoras pero dado su gran potencia pedalera iban a ser capaces de dar caza a las líderes sobre la máquina, Bárbara Riveros, en un día sin chispa y sin sprint, salió del agua a 20 segundos de ellas, 10 más del máximo estimado para enganchar, y en ese momento selló la suerte de su carrera: efectivamente, Spirig, Norden y Densham, quienes emergieron del Serpetine Lake a un minuto de las líderes acuáticas, finalmente le pudieron dar caza al pack y con un gran pedestrismo se llevaron el oro, la plata y el bronce. Y Riveros en cambio, quien se enganchó en un grupo secundario, debió echar mano a sus grandes condiciones de fondista para quemar posiciones y llegar en el puesto 16 de un circuito londinense que, definitivamente, no le sienta bien. El estudio estadístico de la carrera lo señalaba: estaba clarísimo que, para tener posibilidades de podio, o al menos de un Top Ten olímpico, era condición sine qua non que Bárbara Riveros saliera del agua a no más de 10 segundos que un cuarteto de atletas clave en su estrategia de carrera: la suiza Nicola Spirig, la sueca Lisa Norden, la australiana Erin Densham y la alemana Anne Haug. No es que ellas fueran grandes nadadoras, pues de hecho emergieron del Serpentine Lake en Hyde Park un minuto más atrás que las líderes acuáticas. Pero el punto es que ellas eran clave para la chilena porque sin ser estrellas en el agua, sí son sólidas pedaleras, y era un hecho que iban a lograr darle alcance y sobrepasar a las escapadas desde del nado al inicio de la fase pedalera, para luego “matarlas’’ en el tramo pedestre. Y así sucedió, pues Spirig, Norden y Densham terminaron nada menos que las tres llenando el podio y Haug en un destacado puesto 11. Riveros, en cambio, estuvo hoy lejos del Top Ten, porque en el marco de un día sin chispa, apagada, sin esprintada, la menuda corredora criolla emergió del lago a 20 segundos del trío metálico, sin poder engancharlas. Y fue en ese mismo instante, ahí, cuando vio irse del parque cerrado a Spirig, a Norden, a Densham y a Haug, cuando se selló la suerte de la chilena en estos Juegos de la XXX Olimpíada Londres 2012. Con el resto que le quedaba, Riveros se fue quemando lugares en el pedaleo y el pedestrismo, hasta cerrar su acción en el lugar 16 tras 2hr.02,15. Es claro que Riveros tenía condiciones y pergaminos para estar en el podio olímpico. Pero al no ser una nadadora potente, la carrera completa pasaba a depender de cómo alcanzar a las mejores a la salida del Serpentine. Y la alternativa existía: Spirig, Densham y Norden. La chilena no pudo aprovecharla porque simplemente no estuvo en su día. Y así, el merecido sueño olímpico se le fue de las manos. Los casilleros 22 en 2010 y 12 en 2011 daban cuenta del progreso de la chilena en el course inglés, pero también de la dificultad que éste siempre le ha presentado. Es que este trazado, hecho especialmente para buenas nadadoras ya que el recorrido en tierra firme es abierto y sin condicionantes técnicas como subidas, bajadas o giros, permitiendo así que las escapadas del agua “volaran’’ por el camino hasta llegar a la meta, parecía armado para las británicas. Pero la estrategia local no resultó, pues no contaban con el factor “Spirig-Norden-Densham’’, que sin ser una maravilla nadando, tenía la energía necesaria para hacer suyos los giros de ciclismo y pedestrismo. También la tenía Riveros, pero su atraso en la emergida originó todo el descalabro siguiente. En esos 1.500 metros de nado las punteras estuvieron en los 18.20 minutos. Spirig, Norden y Densham salieron un minuto más atrás. Y la chilena, 1.22 minuto después, en la posición 37. Ello, pese a que la helada mañana londinense condicionó el uso del traje agua, lo que le vino bien a la chilena pues el neopreno aporta flotabilidad. Pese a ello, la fase acuática vio lenta a Riveros, sin velocidad. Luego, la triatleta criolla se bajó de la máquina en el puesto 31. Y en adelante todo fue echar mano a su consabida condición para el pedestrismo, logrando remontar 21 lugares para quedar finalmente en el puesto 16. Como dato, y aunque la comparación no es posible pues se trata de circuitos y de períodos técnicos muy distintos, la chilena mejoró su posicionamiento de Beijing 2008, cuando fue 25. Como indicó la triatleta a su llegada a la zona mixta, entera y sin titubeos, “supe desde la natación que no estaba chispeante. Me sentí bastante débil. Di mi cien por ciento, y eso es positivo para mí. Pero me sentí bastante apagada. Lo importante es tomar lo mejor de este día, si vienen cosas lindas, bien, y si no, bien. Soy positiva, hay días en que uno amanece mejor, en su cien por ciento, y hoy yo no estaba chispeante. La verdad es que es que no creo que hubiera corrido como las primeras, fue una carrera en la que traté de dar lo mejor de mí, pero en el grupo en que iba no ayudé mucho porque no me sentía con chispa, iba bastante agotada. Hubiera sido unos puestos más adelante a lo mejor, pero por la sensaciones que tenía no creo que hubiera peleado la punta. Hay que evaluar todo. El hecho de haber perdido el vuelo a Londres y la llegada tarde a la villa me perjudicó, me sentí cansada, pero no voy a dar excusas. Y bueno, a seguir trabajando’’.

Análisis de "CAMINO A OLIMPIA" *Por Crustaceok


"Tuve la oportunidad de ver el triatlón completo y me di cuenta de que la carrera estuvo llena de situaciones que perjudicaron a Riveros:
1) EL CIRCUITO. Especialmente diseñado para las británicas (buenas nadadoras), el trazado de la natación hizo sufrir a Bárbara. Cayó en la temida "Washing Machine" que la dejó muy rezagada. Tal vez con un circuito relativamente normal la cosa hubiera sido distinta.
2) UN MAL GRUPO. Luego de quedar rezagada en la salida de la natación, Riveros no pudo remontó en la bicicleta. ¿Qué pasó? Pues bien, Riveros quedó acompañada de "peonas" que tenían como misión precisamente bloquearla a ella. Por eso no pudo intentar alguna escapada.
3) NO TENER EQUIPO. En Guadalajara, Favia Díaz salvó a Riveros y le permitió conseguir la plata. Ahora, Bárbara no tuvo equipo, lo que la dejó sin opciones, ya que tirar el grupo en el ciclismo representa mucho desgaste. Con una compañera, esto hubiera sido distinto.
Yo voy a bancar a muerte a Bárbara. Un tropezón no es una caída. El que la quiera basurear, que hable ahora. Yo la defenderé."

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