martes, 1 de enero de 2013

MARÍA JOSÉ MOYA PODRÍA GANAR ORO POR SECRETARÍA


Por estos días, la corredora María José Moya divide sus pensamientos. Con 23 años, se apresta a celebrar el Año Nuevo con su familia, pero a la vez está pendiente de que se confirme la mejor noticia de su promisoria carrera deportiva. ¿Cuál sería? Que la muestra B de la campeona argentina María Victoria Rodríguez López ratifique el dopaje positivo en el pasado Mundial de Italia, en septiembre, con lo que la chilena, que se ubicó segunda, pasaría a obtener un inédito oro planetario y además con récord mundial en los 200 metros contrarreloj. "La Confederación argentina de Patín (CAP) pagó el análisis de la muestra B, y tengo que esperar. Conozco a Victoria, siempre nos encontramos, pero no estaba entre las cinco mejores de Argentina. Me pareció extraño que haya ganado el oro, que quebrara el récord mundial (17.594) que yo había hecho, y obvio que me sorprendió el dopaje, por un anabólico. A mediados de enero debiera haber una respuesta final. La Agencia Mundial Antidopaje tiene el caso, y ella está perdida desde que salió el doping: no ha ido a entrenar ni se sabe nada de ella", comenta "Pepa" respecto de la patinadora de Neuquén. El proceso Para Moya, es "muy difícil que la contramuestra cambie, pues es la misma orina. Los análisis se hacen siempre en los mundiales a los tres primeros corredores y a veces se hace un examen extra". "Ojalá que se confirme todo, porque sería un oro y un récord mundial. Algo histórico y que desde 1949 que un chileno no hace un récord, que fue el salto a caballo de Alberto Larraguibel", dice, entusiasmada. Pase lo que pase, el miércoles 2 la velocista regresa a su rutina diaria de entrenamientos en el patinódromo del Estadio Nacional y tiene en el calendario 2013 tres pruebas de fuego: los World Games en Colombia (julio), el Mundial de Bélgica (septiembre, donde, según afirma, quiere "revalidar la medalla y mantener el récord") y los Juegos Bolivarianos, en Perú (noviembre). Y en marzo de 2014 quiere más medallas en los Odesur de Santiago.

POR: Leonardo Vera/El Mercurio
FOTO: La Tercera

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