Luego que Tomás González se restara a la carrera por ser abanderado en los Juegos Olímpicos, por privilegiar su competencia, era Bárbara Riveros la que asomaba como la principal favorita para portar el estandarte.
Sin embargo, la triatleta también se restó de la opción de liderar el desfile de la delegación chilena en Londres, pues llegará a suelo inglés una vez iniciada la cita.
“Me hubiera encantado portar la bandera. No hay nada más lindo que representar al país, pero en la vida hay que tomar prioridades. Por lo tanto, lamentablemente no podré asistir a la inauguración”, dice Riveros a La Tercera.
Tal situación de inmediato hizo correr la lista de candidatos. Y en ese sentido, la que asoma con mayores posibilidades para portar el estandarte, gracias a su destacada trayectoria deportiva, sería Denisse van Lamoen.
“Sabía lo de Tomás, pero me impacta lo de Bárbara ... Supongo que ahora tendré mayores posibilidades de ser abanderada. Ese acto facilita mis opciones, pero tengo sentimientos encontrados. Bajarse de la posibilidad de llevar tu bandera implica un tremendo gesto de voluntad en pos del rendimiento para representar a tu país. No debe haber sido nada de fácil para ellos”, dice Van Lamoen desde Turquía, donde compitió hasta el jueves.
En principio, la arquera podría haber tenido algunas complicaciones, pues el mismo día de la inauguración verá acción. Sin embargo, se apura en asegurar que puede realizar ambas cosas el 27 de julio. “Es una competencia de clasificación, pero antes de la ceremonia y las eliminatorias son al día subsiguiente de la inauguración, así es que no tendría problemas”, dice.
Por lo pronto, la deportista se ilusiona con poder suceder a Fernando González en el evento, algo que se conocerá a fines de mayo (el lunes se oficializarán los candidatos), y en la que competiría con Berta Rodríguez, Erika Olivera y Paris Inostroza, entre otros: “Tengo tantas ganas de llevar nuestra bandera que cuando pienso en ese momento sólo quisiera ser la elegida. Me muero de ganas, es una oportunidad que no se tiene muy seguido y lo que debe sentirse en ese momento debe ser algo indescriptible”.
POR: Mario Brisso-Francisco Siredey/La Tercera
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