Nuevamente en el Comité Olímpico de Chile quieren cortar por lo sano para la elección del abanderado nacional en los Juegos Olímpicos. Tal como ocurrió para Beijing 2008, la idea es seleccionar a cinco atletas que asistirán a Londres 2012 y que el público sea el que eliga al portaestandarte.
"Quedamos bastante conformes con el método utilizado la vez anterior, así que buscaremos una plataforma, ya sea con una consulta telefónica o con una votación por Internet, para definir al abanderado. Eso aún no se define y se lo debo plantear al directorio", adelanta Neven Ilic, presidente del COCh.
Tomás González figura como la carta natural e incluso el Presidente Sebastián Piñera le manifestó su deseo de que encabece la delegación chilena en el desfile inaugural en la capital de Inglaterra. Sin embargo, González desistiría en caso de ser electo. "Para mí es complicado, porque compito al día siguiente del desfile y estar tanto tiempo de pie, con una bandera, puede afectarme. Me encantaría hacerlo, pero no creo que pueda", señala el gimnasta, quien se mostró partidario de que ese puesto lo tome "alguien con opciones de conseguir medalla".
Entre los criterios que buscará el COCh en la designación de los postulantes, es que ostenten algún logro de repercusión mundial y que, de preferencia, nunca hayan sido abanderados. En esa línea una de las que pierde bonos la nadadora Kristel Köbrich, quien encabezó la delegación chilena en la ceremonia de Atenas 2004. "Es cierto, la idea es que no se repita", confiesa Ilic.
En este contexto, otros nombres que suenan con fuerza son los de la triatleta Bárbara Riveros y la tiradora con arcoDenisse van Lamoen. "Me ilusiona ser abanderada, ojalá que se pueda dar. Entiendo a Tomás, pues cuando estuve en los JJ.OO. de Sidney (en 2000) no participé en el desfile, precisamente porque competía al día siguiente", recuerda la deportista.
POR: Enzo Garrido/El Mercurio
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