Nuevamente el ciclismo se ve inmerso en un escándalo por dopaje en la Vuelta de Chile. El ciclista Luis Mansilla, del equipo "Clos de Pirque", arrojó una muestra alterada por consumo de eritropoyetina -hormona que aumenta la cantidad de oxígeno en los músculos-, en la quinta etapa de la Vuelta de Chile, disputada entre Puerto Montt y Osorno.
El pedalero recibió la "mala nueva" la semana pasada, en pleno Panamericano específico de Mar del Plata, Argentina. A pocas horas de competir en la modalidad de scratch, sostuvo un diálogo con personeros de la Federación de Ciclismo, quienes le informaron que el laboratorio de la Universidad de California (UCLA) había detectado EPO en su orina e inmediatamente regresó a Chile.
El pedalero negó haber consumido la hormona: "Debe haber un error", dijo una y otra vez. Ante eso, indicó que solicitaría la contramuestra, trámite que, según explican en la orgánica, ya realizó. Además, habría dos muestras alteradas más: "Pertenecientes a ciclistas de equipos extranjeros".
El problema no es menor, pues Mansilla era una de las cartas nacionales para clasificar a los JJ.OO., en la modalidad de Omnium, pero hasta que llegue la contramuestra está impedido para competir y buscar un cupo a Londres.
En todo caso, si llega un reemplazante (posiblemente su hermano, Cristopher), Chile también podría clasificar a los Juegos Olímpicos en caso de obtener un buen resultado.
Además, este eventual dopaje trae cola en la Vuelta de Chile, pues históricamente los auspiciadores se espantan con estos casos. Pasó con Lider, que dejó de patrocinar después del caso de Juan Francisco Cabrera (en 2007), y el año pasado, con T-Banc, empresa que dio un paso al costado, tras el positivo de Marco Arriagada.
POR: Enzo Garrido/El Mercurio
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