La deportista nacional de 37 años decidió retirarse de la prueba tras pasar por el kilómetro 30 debido a que marchaba en el puesto 50 con un crono de 2h02’44’’.
Para una maratonista, dos abandonos en 18 años de competición (25 maratones), es una estadística más que sólida. Y es que Érika Olivera, quien competía en Moscú en su primer Mundial Adulto (había clasificado antes a cuatro Globales, pero por tope con otras competiciones o por embarazo, nunca había podido concretar su presencia), sólo había registrado un abandono previamente, en el maratón de los Juegos Panamericanos Río 2007.
Esta vez, en el marco de una carrera en la que apostaba a registrar 2hr.40,00 (plusmarca de 2hr.32,23 de 1999 y mejor registro anual de 2hr.37,17), con lo que podía aspirar a ubicarse en el primer 50 por ciento del pack, debió ceder ante el calor. El cambio de temperaturas entre Chile y Rusia fue enorme y en una prueba tan larga como los 42 kilómetros, que la convierte en un verdadero desafío fisiológico, es factor fundamental en el rendimiento.
Como explicó la misma Olivera desde Moscú, “fue una decisión muy dura para mí. No quería abandonar. Una cosa tengo clara: si clasifico a los Olímpicos de Río 2016 tengo que hacer sí o sí un período de adaptación al clima, es fundamental. Ahora, al principio iba bien, sí con mucho calor, pero confiada en terminar y esperando estar en las 2hr.40,00 debido a la temperatura. Pero el cambio de clima con Chile fue muy fuerte, me afectó. Intenté terminar, nunca pensé en abandonar. Pero en el kilómetro 32 no daba más, empecé con vómitos. Fue una decisión correcta. Estuve en recuperación junto a otras tantas atletas, que estaban en peor condición. Fue una decisión muy dolorosa el dejar la carrera. Lloré, pero ya paso, debo seguir adelante’’.
La carrera la ganó la keniata Edna Ngeringwony Kiplagat con 2h25’44’’, segunda llegó la italiana Valeria Straneo y tercera la japonesa Kayoko Fukushi.
POR: Terra/María Elena Guzmán-ADO Chile
FOTO: ADO Chile
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