La tendencia estadística, considerando los últimos tres grandes torneos planetarios atléticos, indicaba que el último cupo a la final del salto largo damas en el XIV Mundial de Atletismo en Moscú se iría entre los 6.55 y los 6.60 metros. Y así sucedió, porque la última clasificada entró exactamente con 6.57: un registro que hoy resultó imposible para Reyes, quien con una serie de dos nulos y un único brinco válido de 5.93 (nulo-5.93-nulo), no pudo sortear con éxito los grupos clasificatorios y quedó fuera de la final global.
Reyes llegaba con su récord de Chile de 6.60 (2012) y con un mejor registro anual de 6.54, rango que de haberlo reeditado esta mañana la habría dejado en la final para las 12 mejores. Su presencia en el Mundial se había producido vía ganar el Zonal Sudamericano, hecho que para efectos clasificatorios al Mundial, la regla de la IAAF lo considera como si hubiese clasificado con rango de marca A. En los hechos, el standard A estaba en 6.75; y el B, en 6.65. Y ello explica por qué, considerando tanto las marcas de 2013, como también los mejores registros personales, de las 31 brincadoras inscritas en el concurso, la chilena se presentaba a la arena moscovita en ambos listados con el registro número 30 de toda la ronda. Finalmente, una serie en la que le fue imposible mostrar su enorme potencial, con dos brincos nulos y un único válido de 5.93, la dejó fuera de toda posibilidad: el último cupo a la finalísima tras las medallas se fue con 6.57 metros.
POR: María Elena Guzmán/ADO Chile
FOTO: AFP
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